Sunday, November 29, 2009

Discriminación hasta en el ADN

Por Javier Sánchez Mata.

¡Por fin, una nueva radio en el dial costarricense!
Aunque… ¿una nueva radio? Bajo el lema “Actualidad + música a tu estilo”, el Grupo Latino de Radiofusión, nos introdujo en el mercado una receta tan popular en la actual Costa Rica, como la salsa inglesa en el gallo pinto: la misma música pop de los 80s-90s con las mismas noticias de siempre.

Al final de cuentas, la misma cosa de siempre: http://www.adn.fm/

A pesar de esto, y como cualquier excusa es buena para llamar la atención, en octubre y noviembre, salieron varios anuncios publicitarios, principalmente, en vallas de carretera y avisos impresos, para darle la bienvenida y promocionar a la recién nacida.

Así, vimos anuncios que mostraban una situación y la ligaban con una frase de alguna canción popular, como por ejemplo, una larga presa de carros con la frase “Welcome to the jungle. – Hora pico” o “Entre dos tierras. – El Río San Juan” acompañada de la foto del río en cuestión.

Frases de dudosa calidad creativa (incluso tengo entendido, que algunas fueron hechas por estudiantes, no por profesionales reconocidos), por lo que la campaña era algo así como el portal del niño… bastante tradicional. A no ser por esta pieza:

El anuncio fue pautado en varias ocasiones, esta, en particular fue tomada del suplemento Proa, de La Nación, del 25 de octubre del 2009.

Hoy, las personas que hacen anuncios, los hacen según su sentido común y su buen gusto, tal como lo menciona el señor Francisco Correa, en una entrada que se puede leer más abajo en este blog, sin embargo, existen diferentes intentos por normar esta autorregulación.

Como el Código de Autorregulación Publicitaria, propuesto por el INPub, en colaboración de algunos de sus miembros, señala que “la publicidad no podrá contener ninguna imagen, texto o sonido que ofenda o pueda ofender en forma seria o generalizada a un sector relevante de la población. Se deberá tener especial precaución para evitar ofensas con base en la raza, religión, género, nacionalidad, edad, orientación sexual o discapacidad física.”

¿Acaso no le ofendería a usted que le dijeran que el lugar donde vive es una barbaridad, tanto como para nombrarla ciudad de la furia? ¿O es que las personas que viven en La Carpio no son consideradas sujetos relevantes para la sociedad?, por lo que diay, no importa si se ofenden o no.

Anuncios como este solo ayudan a crear en la población una imagen negativa hacia las personas que viven en ese lugar, fomentando el miedo y la discriminación hacia las personas sólo por el hecho del lugar donde viven. Con respecto a este, el mismo código señala: “Ninguna comunicación comercial deberá causar miedo o sobresalto injustificados en la población”.

La publicidad, al ser una comunicación pública, por tanto, el código señala que debe evitar: “Promover o condonar cualquier forma de discriminación” además de “aparentar que condona o incita a la violencia, o bien a conductas irresponsables” como lo sería llamar de furiosos a la gente solo por vivir en un lugar.

Así el anuncio solo ayuda a fomentar la mala imagen de La Carpio, contribuyendo en el temor colectivo, por decirlo así, ayuda en darle alcance y frecuencia a las discriminaciones del tico ajeno al lugar.

Incluso, este comportamiento, a nivel internacional es condenado, como se puede ver en el Código Chileno de Ética Publicitaria, en donde se expresa que la publicidad no “deberá valerse del temor, ni recurrir a supersticiones, sin una razón justificada.” Y si se llegara a aceptar que efectivamente, en La Carpio se justifica el temor, el mismo código añade “los avisos sólo podrán recurrir al temor para alentar un comportamiento prudente o desalentar acciones peligrosas, imprudentes o ilegales”, cosas que no hace el anuncio, ya que su intención es promocionar una radio.

Parecido habla el Consejo de Autorregulación Publicitaria del Perú, donde se dice que se “deberá evitar toda forma de explotación de la superstición, la ignorancia, la credulidad y, excepto en casos especiales, del temor de los consumidores”, de nuevo, salvo en aquellos casos que su objetivo sea la prevención.

Para concluir, este anuncio, se ve como un ejemplo de mal gusto para llamar la atención, que no hace más que denigrar a La Carpio, y como es de suponer, a sus habitantes. Esta conducta no sólo es condenable por la propuesta de Código de ética del INPub, sino por diversos códigos de ética a nivel internacional.

Situación que era tan simple de evitar, con sólo un poco de conocimiento y conciencia de la responsabilidad que implica publicar un mensaje masivo, las consecuencias sociales, y por supuesto, saber de estos codigos de ética.

Hacer cosas "creativas" es algo tan vacío si ni siquiera se tiene el cuidado de hacerlas pensando en los demás, ya que un mensaje creativo efectivo no es egoísta o excluyente. Por lo que este tipo de mensajes, simplemente se tienen que evitar.

http://www.andaperu.org/conar/codigo-etica

http://www.amap.com.mx/codigo_de_etica.php

http://www.conar.cl/p4_portada/antialone.html?page=http://www.conar.cl/p4_portada/site/artic/20031124/pags/20031124135829.html

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