Una novia que se quiere casar, un entrenador gay, un
predicador estafador y un piloto de avión ebrio son los personajes de las
cuatro cuñas que componen la nueva campaña radiofónica de Zepol para
deportistas.
Cada una de las historias se desarrolla de una manera
en la que sus personajes y las situaciones vividas resultan ser antipáticas y/o
agobiantes, esto con el fin de invitar al público a salir corriendo o a huir de
ellas, ya que cada una de las cuñas cierra con la frase “Preparate para
correr”.
Pero, ¿a qué costo resultan ser las historias
antipáticas? Lejos de ser una idea creativa, la campaña hace chota y refuerza estereotipos acerca del
matrimonio, los cultos religiosos, la homosexualidad y el alcoholismo. Además, invita a los consumidores a
“prepararse para correr” de situaciones que son parte de nuestra sociedad, por
lo cual puede ser interpretado como un mensaje que promueve la discriminación.
Según el Artículo 5 del Código de Autorregulación
Publicitaria del Instituto Nacional de Publicidad, “(…) se deberá tener
especial precaución para evitar ofensas con base en la raza, religión, género,
nacionalidad, edad, orientación sexual o discapacidad física (…)”.
Como se puede
apreciar, casi todas las menciones de este artículo son infringidas por toda la
campaña, ya que hace ofensa a la religión y a la raza, por representar un
predicador con acento extranjero que se aprovecha de la fe y las necesidades de
sus seguidores para estafarlos; a la orientación sexual, al reproducir y
reforzar un estereotipo de homosexual que es hostigador e irrespetuoso y al
género, al reforzar un patrón machista y situar a una mujer en un rol de pareja
controladora cuyas únicas ambiciones son casarse y tener hijos.
Además, por si el artículo 5 no queda claro, el artículo
8 del mismo código reafirma que la publicidad “(…) deberá abstenerse de
promover cualquier forma de discriminación, incluyendo la que se basa en raza,
religión, género, nacionalidad, edad, orientación sexual o discapacidad
física”, esto como parte de un sentido de responsabilidad social, el cual sin
duda alguna no está presente en la campaña, ya que sus mensajes promueven abiertamente
la discriminación.
Por su parte, el artículo 25 del Código de ética
de las y los profesionales en comunicación del Colegio de Periodistas (COLPER)
afirma que “no se podrá reproducir estereotipos de ninguna naturaleza, ni hacer
discriminación de personas por ninguna razón”. No obstante, la reproducción de
estereotipos y la discriminación son pilares de la “idea creativa” de la
campaña de Zepol.
Por otro lado, puede ser anti
producente la manera en la que es abordado el tema del alcoholismo en una de
las cuñas de la campaña, ya que representar un piloto de avión en estado de
ebriedad va en contra de las luchas sociales que se han desarrollada para combatir
esta enfermedad y en contra de las campañas publicitarias para prevenir la conducción
en estado de ebriedad. Esta situación lesiona el artículo 17 del Código de
ética del COLPER, el cual señala que se deberá servir al bienestar colectivo y
promover la sana convivencia social.
¿Por qué hay que salir corriendo de un
homosexual, de un predicador o de una mujer? Estamos claros que cualquier
persona saldría corriendo de un acosador, de un hostigador o de un estafador; no
obstante, el problema está en la manera en que son representados estos
personajes, ya que al ridiculizarlos y al reproducir estereotipos en torno a
ellos como se hace en la campaña, se encasilla a los homosexuales, a los
predicadores y a las mujeres en los papeles que son representados en las cuñas
de la campaña Zepol para deportistas.
Referencias
bibliográficas
Código de ética de las y los profesionales en
comunicación del Colegio de Periodistas. Recuperado de http://www.colper.or.cr/userfiles/file/juridico/codigos/codigo_etica.pdf
Código
de autorregulación publicitaria del Instituto Nacional de Publicidad.
Recuperado de
http://www.colper.or.cr/userfiles/file/juridico/publicidad/codigo_autoregulacion.pdf
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