Tuesday, December 1, 2009

Por pollos con el cofre


A mediados de julio de este año, en varias ediciones de los noticieros de los canales de Repretel, apareció una nota sobre un “misterioso cofre” que había sido descubierto por trabajadores del ICE en la rotonda de la bandera.

Al ser desconocido el origen del “misterioso cofre”, se dio una gran movilización del escuadrón de bomberos, la policía, el escuadrón antibombas, todo esto pasaba mientras un serio periodista de Repretel anunciaba al país tan misterioso hecho.

Sin embargo, para asombro de muchos e indignación de otros muchos, todo este carnaval Quijotesco, fue originado por una estrategia de expectativa para promocionar el lanzamiento del Ron Capitan Morgan (distribuido por HA&COM) en el país. Esta estrategia iba de la mano de otras que complementaban la campaña de BTL conceptualizada por Jotabequ.

El descontento de varios medios y de algunos consumidores no se hizo esperar, ya que se criticaba la irresponsabilidad de esta agencia al tomarle el pelo a instituciones del Estado, así como el hecho de haber podido generar algún tipo de temor en la población, ya que en un momento se habló hasta de una bomba dentro del “misterioso cofre”.

Considero que a pesar de que varios medios de comunicación tuvieron la culpa de haber sido utilizados como carne de cañón al ser poco éticos como comunicadores y no corroboraron sus fuentes, sí es claro que Jotabequ como agencia de publicidad violó algunos de los estatus contemplados en el Primer avance del código de autorregulación Publicitaria, creado por ASCAP, en donde:

Artículo 12."Honradez y buena fe”:La publicidad debe formularse de manera que no abuse de la confianza de los consumidores, ni explote su falta de experiencia o de conocimiento.

Y además la utilización de estrategia implica otro artículo de este Primer avance del código de autorregulación Publicitaria, creado por ASCAP, en donde:

Artículo 13. “Explotación del miedo”: Ninguna comunicación comercial deberá causar miedo o sobresalto injustificados en la población. Deberá evitarse la utilización de expresiones o declaraciones alarmantes con el simple propósito de llamar la atención.

Se permite recurrir al miedo como elemento creativo para promover conductas prudentes, o para desincentivar acciones peligrosas o contraindicadas. El miedo que pueda generarse a raíz de estos comerciales deberá ser proporcional al riesgo que se quiere prevenir.

En relación al artículo 12, considero que a pesar de buscar ser una estrategia creativa, se deje de lado la buena fe al consumidor, ya que indirectamente se burla de credibilidad del consumidor hacia las instituciones públicas ya que minimiza el efecto de una situación de emergencia real. Asimismo creo que es poco ético, dejar a la deriva el rumbo de las consecuencias de un evento así.

Por otra parte hago referencia al artículo 13, ya que es evidente que apartir de este evento, se generó preocupación al hablarse de que el famoso cofre en realidad lo que podía contener era una bomba, la cual ponía en riesgo a la población cercana así como la que transitaba en los alrededores de la rotonda, pudiendo irresponsablemente causar una especie de histeria colectiva generando accidentes de tránsito (especialmente porque nosotros los ticos no nos especializamos por ser buenos conductores).

Finalmente en materia de solución para una “ideota” como esta, es ser responsables de lo que como publicistas produzcamos, y no sólo por considerar que es una idea creativa sea realmente la más correcta o la más relevante. Es meramente ir más allá de solo crear la idea.




1 comment:

PubliEtica said...

El adelanto del Código no es de ASCAP, es de INPUB.