Dorival - discusión ética

http://www.youtube.com/watch?v=S5ykZi9aqHI

Este anuncio trata varias situaciones diferentes en las que distintas mujeres en distintas situaciones como en el auto con su pareja, en el trabajo o en la calle se comportan de manera insolente y apática ante gestos de su co protagonista masculino, el cual es completamente pasivo.

Este anuncio no ha causado mucha actividad en otros medios como las redes sociales, como sería el caso para una publicidad controversial por ejemplo. Sin embargo ha sido foco de atención para algunos sectores en Costa Rica, como lo son algunos grupos feministas universitarios.

Análisis Ético

Esta publicidad de Dorival va en contra de algunos artículos del Código de Autorregulación Publicitaria del Colegio de Periodistas y profesionales en Comunicación, sobre todo en temas que se pueden relacionar con la figura de la mujer en los medios.

Por ejemplo, el Artículo 8 lee:

La publicidad deberá elaborarse con un sentido de responsabilidad social. Deberá, por lo tanto, abstenerse de:

a. Promover o condonar cualquier forma de discriminación, incluyendo la que se basa en raza, religión, género, nacionalidad, edad, orientación sexual o discapacidad física.
b. Aparentar que condona o incita a la violencia, o bien a conductas irresponsables.
c. Promover conductas ilegales.
d. Aprovecharse de la superstición de las personas con el objeto de difundir ideas o promover ventas.
e. Enfatizar en forma despreciativa cualquier diferencia social resultante de un menor o mayor poder adquisitivo de los grupos a los que se dirige o podría dirigirse.

El anuncio al generalizar una situación por la que pasan todas las mujeres del mundo como una situación negativa, que constituye un obstáculo o un inconveniente para las personas a su alrededor. En particular cuando se contrasta esta situación con el hombre. El personaje masculino en este caso es siempre pasivo y sus gestos denotan que se siente perdido y que el comportamiento de la mujer es incomprensible e inoportuna.

Dar estas connotaciones al comportamiento femenino, sobre todo en una sociedad machista y con serios problemas de violencia doméstica, pueden dar paso a argumentos masculinos de control sobre la mujer, por ejemplo que la mujer no debe tener voz porque es un ser irracional, o que es incontrolable durante este período y para devolverla a la razón hay que usar medidas extremas. Lo anterior es fácilmente el argumento de un abusador.

En adición, la situación en una oficina que presenta el comercial también da espacio a que se argumente que las mujeres son ineficientes en su trabajo cuando están con su período menstrual, o que este se ve afectado por el mismo, incitando a estereotipos y potencialmente a discriminación laboral.

Además, el artículo 5 de ese mismo código dicta:

“La publicidad no podrá contener ninguna imagen, texto o sonido que ofenda o pueda ofender en forma seria o generalizada a un sector relevante de la población. Se deberá tener especial precaución para evitar ofensas con base en la raza, religión, género, nacionalidad, edad, orientación sexual o discapacidad física”.

Existe un sector feminista que ya se siente ofendido por esta publicidad, ya que como se mencionó anteriormente, generaliza situaciones relacionadas al género que pueden impactar de manera negativa la interacción de la mujer en sociedad. Cuando se dice de manera implícita o directa que por tener el período y sufrir dolores menstruales la mujer se comporta de manera errática e irracional se divulga una idea que propicia la discriminación de género.