Sunday, November 29, 2009

Yo quería matar la valla.

En el 2008 se pautó esta campaña contra el fumado en las distintas vallas y Mupis por todo el país. Constaba de diferentes piezas en las cuales se mostraba la fotografía de una persona, en este caso un hombre y un copy el cual decía: YO MATÉ A MI ESPOSA…Porque guardé silencio mientras ella fumaba. “Fumar…es odiar a quien amás”.

Las variaciones entre las distintas piezas se daban dependiendo de la persona que aparecía y en el copy, el cual en lugar de esposa podía decir hermano, esposo, entre otros.

CÓDIGO DE AUTORREGULACIÓN PUBLICITARIA – INPUB

Art 14: Explotación del miedo

“Ninguna comunicación comercial deberá causar miedo o sobresalto injustificados en la población. Deberá evitarse la utilización de expresiones o declaraciones alarmantes con el simple propósito de llamar la atención.”

CÓDIGO CONSOLIDADO DE LA CÁMARA DE COMERCIO INTERNACIONAL

Artículo 4 Responsabilidad social

“Las comunicaciones comerciales no deben, sin razón justificada, aprovecharse

del miedo, o explotar el infortunio ni el sufrimiento”

CODIGO DE ETICA Y AUTORREGULACION PUBLICITARIA DE ARGENTINA

Art 9: En defensa de la intimidad y dignidad de las personas y la familia

(…) “La publicidad debe ser respetuosa de la memoria de las personas fallecidas.”

Realmente no sé por dónde comenzar, así que voy a enumerar lo que interpreto de esta pieza.

1. Las personas que tienen un problema de adicción al cigarrillo odian a sus familiares. (no sabemos por qué)

2. Las personas que no fuman y han perdido a algún familiar por el fumado, cargan no solo con el peso de la pérdida de este, sino también con la culpa de ser asesinos (básicamente por no hacer nada, sufran más).

3. La publicidad se olvidó de ella misma y de las compañías tabacaleras en cuanto a la responsabilidad que tienen en este problema. (Culpemos a los fumadores pasivos)

4. ¿Fumará el que hizo esta campaña?

Definitivamente creo que para las personas que han perdido amigos o familiares debido al fumado y en general para el resto, esta campaña resultó sumamente chocante, básicamente porque las culpabiliza y las hace sentir como criminales por una situación en donde no fueron partícipes, que ya de por sí resulta bastante dolorosa.

Claramente esta campaña viola los artículos anteriormente mencionados, ya que irrespeta la memoria de los fallecidos, explota el sufrimiento de los familiares o personas cercanas, y además causa miedo y sobresalto al afirmar que los fumadores pasivos son asesinos.

Si bien la idea de la campaña supongo era ir en contra del fumado, ni siquiera tiene claro a quien se dirige, si al fumador pasivo o al activo, y su objetivo se queda simplemente en un intento mal logrado. Creo que todos sabemos incluso los mismos fumadores las consecuencias del fumado, por ende no hace falta caer en este tipo de publicidad sensacionalista sino más bien debería ser más racional o en todo caso apelar a la responsabilidad de cada fumador por sí mismo.

1 comment:

PubliEtica said...

Diferimos de criterio. Me parece que la campaña pretende que los familiares de quienes fuman, ejerzan una mayor influencia sobre ellos, para que dejen de fumar. No veo problemas éticos en este anuncio.